Supongo que todos nuestros inicios han sido muy parecidos. Conocemos a un chico, tenemos nuestra primera relación sexual y…¿En serio?? ¿Era esto follar y lo que daba tanto placer?
Durante toda mi vida sexual me he encontrado en situaciones muy dispares… tíos que se piensan que metiéndola y sacándola sin más una mujer llega al orgasmo. Hasta hubo uno que me estuvo tocando la ingle un buen rato pensando que es el clítoris. Están los que te retuercen el pezón o los que te ordeñan como si fueses una vaca. Tenemos también los te frotan el clítoris como si fuese una lija…
Pero sobre todo tíos con una característica común: ninguno tiene ni puñetera idea de cómo masturbar a una mujer ni de cómo hacerla llegar al orgasmo.
Antes de meternos en el tema de la pareja, la pregunta con la que deberíamos comenzar es:
¿Y tú? ¿Sabes masturbarte? ¿Lo haces a menudo?
Desde pequeña siempre he sentido mucha curiosidad por mi cuerpo. Me ponía el espejo entre las piernas y me miraba, a ver que había ahí abajo. Cuando veía películas con escenas sexuales sentía las palpitaciones en mi vagina, de modo que a toda costa quería saber por qué me pasaba eso.
Keep calm and have a shower
Pues bien, tengo que reconocer que en ese aspecto de mi vida tengo que darle las gracias infinitas a mi bañera de hidromasaje. Lloré el día que me reformé el baño y me la quité, pero bueno, eso dió lugar a la era de la alcachofa de la ducha, en la cual me mantengo y oye, que somos casi como mejores amigas.
Tanto la bañera de hidromasaje como la alcachofa de la ducha, dan un placer infinito. Son tan intensos los orgasmos que me proporcionan, que a veces me da rabia no haber sentido nada parecido con ningún hombre.
Las modalidades de masturbación con chorros (lo voy a denominar así) requieren de una técnica muy sencilla. Vas a necesitar tranquilidad, concentración y una buena presión de agua. En caso de no tener presión, ya estáis convocando una junta de vecinos para que pongan una bomba de agua en vuestra comunidad 😉 Ganaréis en salud. ¡¡Lo juro!!
Pues bien, solo tendréis que enfocar los chorritos de la alcachofa a vuestra vagina. Al principio la sensación es como de un cosquilleo. Sentiréis que hay puntos que os gustarán más que otros, y ahí es precisamente donde tenéis que jugar moviéndoos para que os resulte lo más placentero posible. Cuando ya llevéis un rato relajadas, dejad la alcachofa fija en el punto donde sintáis que os da más placer.
Cerrad los ojos y esperad. Sentiréis como la excitación en vuestro cuerpo va subiendo, y en ese punto yo os recomiendo que mentalmente intentéis mantener la calma (el orgasmo será mucho más placentero). Es como si os lo quisierais aguantar y de repente, la sensación de éxtasis que recorrerá vuestro cuerpo, será brutal y ahí lo tenéis! vuestra vagina se expandirá y contraerá, vuestro clítoris veréis como palpita, y en ese punto…
Os pasará como a mí, que cada vez que entro a la ducha, ésta me mira de reojo en plan: ¡¡estoy aquíi!! ¿¿me quieres??
Y también, fuera de la ducha
Pero como el sistema no es muy ecológico y como no siempre disponemos de una ducha en condiciones para masturbarnos, también es muy importante que aprendamos a masturbarnos sin ayuditas externas.
A mí masturbarme con el dedo me resulta un poco más complicado, porque llegado al punto de excitación máxima me cuesta mucho mantener el ritmo constante, ¡¡pero nada es imposible!!
Lo primero que debéis conseguir es que el clítoris esté húmedo, y eso sólo lo conseguiréis con vuestro propio flujo o con lubricantes o cremas de la farmacia (una que se llama mucus, va de maravilla). Una vez conseguida la humedad, deberéis acariciaros el clítoris. Obviamente para gustos los colores, pero a mi me gusta coger el dedo índice, y acariciarme el clítoris muy suavemente. (esto parece que no le entra en la cabeza a muchos tíos). Personalmente no me gustan los golpecitos ni que se apriete fuerte. Simplemente deslizar el dedo de arriba a abajo con el clítoris húmedo es suficiente para que me muera de placer.
Esto se puede combinar con otro tipo de caricias, introduciéndote los dedos por la vagina o incluso por el ano, pero bueno, de esto ya hablaremos más adelante. Hay especialmente un puntito que me da más gusto que otros, y es digamos en el frenillo del clítoris. Y con esas caricias, en una media de 10 minutos, orgasmos a la vista!! Voy con una alegría a trabajar y una felicidad…
Aprender a masturbarte a ti misma es fundamental para tener unas buenas relaciones sexuales en pareja, ya que… ¿cómo vas a explicar lo que te gusta si ni tú misma te conoces?
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¿Y vosotras? ¿Tenéis ganas de una ducha? ¿Qué otras cosas habéis probado?
¡Dejad vuestro comentario y aprendamos unas de otras!